En cuanto al género literario, esta obra pertenece a la narrativa, pues está escrita en forma de prosa y narrado de manera continua. El túnel está dividido en 39 capítulos y cuenta con 184 páginas en el formato original. Ernesto Sábato usa diversos ritmos narrativos para indicar la sensación de rapidez y lentitud en la que el relato avanza y los hechos suceden.
Para esto, se emplea la condensación, la cual se basa en contar acontecimientos de una manera abreviada, por lo que se recurre a la elipsis narrativa.
“Durante los meses que siguieron, sólo pensé en ella, en la posibilidad de volver a verla.”
Asimismo, se requiere a la técnica de la expansión, lo que significa que el tiempo se demora y detiene para incluir una descripción más profunda y prestar atención a rasgos de personalidad y actitudes de los personajes.
“Mientras volvía a mi casa profundamente deprimido, trataba de pensar con claridad.”
Por otro lado, esta obra se trata de una novela, especialmente de especie literaria de una novela psicológico-existencial. Esto significa que se enfoca en describir los estados de ánimo, pasiones, motivos y conflictos psicológicos de los personajes. En este caso, el problema principal al cual se enfrenta el protagonista, Juan Pablo Castel, es al de la soledad, falta de comunicación y su búsqueda obsesiva e interminable de ser comprendido por alguien más.
“Como dije, volví a casa en un estado de profunda depresión, pero no por eso dejé de ordenar y clasificar las ideas, pues sentí que era necesario pensar con claridad..."
Además, El túnel se puede clasificar como una novela policial, pues se relata acerca de la ejecución de un crimen, específicamente de un asesinato.
“Podrán preguntarse qué me mueve a escribir la historia de mi crimen (no sé si ya dije que voy a relatar mi crimen) …”